Óigame cuando hablo dice el Señor.
Escuchad mi voz y viviréis.
Porque mis palabras son verdaderas y son vida.
Los santos hombres son santos, porque oyen la Palabra del Señor y la obedecen.
Bienaventurado el hombre que busca después el Señor de todo corazón.
anillos de verdad como una campana y cuando se la oye al instante reconoce como verdad.
Entra en Mi Presencia y comuna conmigo y yo contigo dijo el Señor.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él me será de mí y yo con él.
Deja que mi verdad sea tu luz y mi voz sea tu guía.
Oídme cuando hablo y prestar atención a Mis palabras.
pongáis el corazón en hacer todo lo que os digo.
Porque mis palabras son verdad y son vida.